8 nov 2011

La hermana de al medio.

Es muy difícil que todos los aspectos de la vida de alguien estén bien: si no es el amor, son los estudios, si no son los estudios es la familia, etc... eso es lo que me pasa a mi.
Partió el segundo semestre: todo en la U, a pesar de mi cansancio, está saliendo regular tirando pa' bien, mi relación está bastante consolidada, y se supone que debería poder vivir tranquila. Pero adivinen qué, tengo 2 hermanas, y lo peor es que una es mayor y otra es menor. La mayor es "mayor" que yo por lo tanto al parecer debo ser su nana indiscutiblemente, y de hecho lo fui muchos años, pero ahora que tengo menos tiempo, por mis prioridades: mi relación y mis estudios, tengo mi vida familiar vuelta una guerra. Me echa a perder la relación, se mete más de lo debido, y lo peor es que todos deben "comprenderla" por sus propias irresponsabilidades en la vida. Quizás ahora que voy a cumplir 25 años y con la fuerza que tengo para no pasar a llevar mi propia felicidad, me doy cuenta de esto, pero tengo la guerra declarada de su parte y lo más gracioso es que nunca ha aportado nada a mi vida. Nada de nada. Parece que mi historicidad de tener la misma madre que ella, me hace responsables de algunas cosas que no tienen nada que ver conmigo.
Por otro lado está mi hermanita chica que "debo cuidarla" porque es chica. Claro que cuando se une con mi hermana mayor, se vuelven todas unas víboras y de sus lenguas sale algo similar al veneno. La verdad me han tenido ultimamente con los nervios de punta y me han hecho pelear constantemente con mi mamá, quien es mi real apoyo para las cosas que me importan, y de hecho el par de portentos de virtudes no la apoyan ni un 1% de todo lo que la apoyo yo: soy su confidente, no la juzgo, escucho sus líos amorosos... pero qué más da... supongo que soy quien soy por ser la hermana de al medio.
Ayer en un momento de mucha pena, gracias a la desgracia que me provocan mis hermanas, le confesé a mi mamá que si tuviera donde irme para poder salir de ese infierno que ellas crearon por sus propios intereses, lo haría sin pensarlo, y más aún sabiendo que tengo a un hombre que realmente vale la pena a mi lado.
Supongo que después de esta 3ra confesión a mi mamá de que estoy realmente mal por todo lo que me han hecho, las cosas cambiarán. Mientras tanto me dedico a pasear con el Mimi por toda la ciudad, a leer mis libros y a seguir dándole para en el verano al fin poder descansar.
Bueno, finalmente lo único que me queda en limpio hasta ahora, porque no sé que pasará más adelante, es que ni loca tengo un número impar de hijos, no le echaré a perder la vida a alguno ni por si acaso.

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