No puedo creer que hayan hombres tan idiotas como para hablar mal y reírse de una mina a la que el mismo le haya contado infidencias serias sobre su vida en pareja / pololeo / relación de juguete.
Ahora, hay dos opciones: o yo soy la idiota que se queda callada y respeta un milímetro la amistad que había, o soy la cabrona loca que habla de más. ¿Qué es peor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario