21 jul 2014

Futuro.

Hoy conocí a Dios. Hacía tiempo que estaba rondando en mi mente la idea de que en este momento, luego de pensar en el karma que tenía que recibir luego de una separación tortuosa de una relación aún más tortuosa, y lograr hacer una vida feliz siendo yo misma sin sentirme culpable, o fea, o tonta, o algo; tenía que pasar esto, el fin de un segundo viaje: el término de mi carrera de pregrado, el término de un camino que me hizo sentir mil nuevas emociones, entre ellas esta que siento ahora: el cimentar las bases de lo que quiero lograr en mi vida.
Estos cimientos, podrían haber sido pensar en el día 1 en que obtuviera ya mi título profesional  e hiciera borrón y cuenta nueva y empezara una nueva vida, pero ¿qué sacaría con hacer eso si evidentemente estos caminos que he recorrido se relacionan directamente con quien soy ahora?

Eso por un lado,  y por otro, celebración, intimidad, acostarme en la noche con alguien que me abrazó y se preocupó de estar conmigo cuando lo necesité, y me hizo darme cuenta, más bien, Dios a través de él, de que puedo vivir con amor, de que estos anhelos que están en lo más profundo de mi ser pueden hacerse reales, porque si hay algún valor que he practicado toda la vida, es el intentar ser una buena persona, sincera, abierta a amar, abierta a los sentimientos. Ser un puente de amor, y no dejar que ese amor se detenga sólo en mi y se apague, sino traspasarlo a cada cosa que hago, para así asegurarme de que este sentimiento siga fluyendo.

Increíblemente, siento una paz increíble, sé que las cosas que sean buenas pasarán a quienes tengan que pasarles y a quienes estén abiertas a ser un puente de amor, sin temor a sufrir, a dar, a soportar, a creer. 

Sé que mi futuro es feliz.

1 comentario:

Sémola dijo...

Me encanta leer mensajes de esperanza.
S.