Iba en la micro hoy en la tarde de vuelta de clases de piano y tenía ganas de escribir, así que saqué mi lindo cuaderno y me puse a escribir las cosas que iba mirando, porque ayer me puse en los ojos de alguien, y es espectacular la sensación, quizás es porque lo que esos ojos ven es lo que me interesa o quizás por la sensación en si. Creo que la primera opción es la más cercana, que horror no? Me pongo a pensar y siento como que brillo por dentro.
Bueno, estaba mirando un semáforo que estaba lleno de polvo, descuidado, y claro debe serlo porque a todos les estorba un semáforo, todos creen que están mucho más apurados que los demás y bueno, el semáforo no ayuda en eso, pero acaso se han puesto a pensar que sin ese semáforo nadie tendría ni siquiera tiempo para quedarse atrasados?
Y también pecando de curiosa miraba con recelo a un caballero que hablaba de su esposa y además hablaba muy lindo acerca de como iba arreglándose poco a poco la cosa después del terremoto, iba hablando con el chofer de la micro y tenía un aspecto muy agresivo, pero cuando habló lleno de esperanzas de que las cosas empezaban a mejorar me tocó bastante el corazón. No pude dejar de compararlo con el niño que vi ayer que no iba a ayudar con plata por nada del mundo a las víctimas del terremoto, que lo hiciera la presidenta. Y bueno, después de pensar todo eso agradecí que no todos los chilenos ni toda la gente es así. Pero en todos lados hay de todo.
Entonces, me pregunto que habrían visto otras personas, que verán y estarán viendo ahora y como es que a través de las miradas se van haciendo opiniones, será igual que yo? Sé que hay gente también que se dedica siempre a ver las cosas malas y realmente me ha quedado claro estos días, esa es mi enseñanza del terremoto. Siempre hay gente que se dedicará a ver lo malo...
Renacer puede ser medio tortuoso, crear cosas de nuevo es muy difícil pero vale la pena al mirar que muchas veces abajo de todo el escombro, hay una plantita ahí esperando a que saquen las rocas de encima de ella para poder florecer. Y bueno sacar las rocas, mover los prejuicios es bastante complicado, cual roca para esa florecilla, pero si se hace se logra un crecimiento y una vida mucho más plena. Sin miedo de sentir. Sin miedo. Y así como Nicole Kidman se convence de que se puede ser héroes por un día y para siempre sintiendo el amor, deberían dejarse hacerlo, dejar esa esperanza crecer. La sensación es un poco arriesgada, pero vale la pena.
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