Llegó el momento de volver a bloggear. Hacía tiempo que no sentía esas ganas de hacerlo.
Qué les puedo contar queridos lectores... si hay un momento en la vida donde yo puedo decir que cambié, es ahora.
La Pedagogía (sí, con mayúscula), me tiene totalmente en jaque mate, cosa que no sé muy bien de qué se trata porque nunca aprendí a jugar ajedrez, pero que describe el sentimiento que tengo hacia ella, la traicionera, la que te muestra como un vil esclavo de un sistema económico, que mantiene el desequilibrio social gracias a la educación.
De hecho, podría ponerme a hablar de eso, de la rabia que siento cada día al ir a práctica con niñas pequeñas que son criadas por la cultura de la violencia, no necesariamente del conductismo, sino que de la violencia, así de crudo, pero no quiero hacerlo porque este blog no es para eso, el blog es para romper las cáscaras que ahora más que nunca tengo. Cáscaras duras, agresivas, que se hacen parte de mi por este dilema constante de lo que es la sociedad. Son cáscaras que quiero mantener, que las cuido.
No hay que ser ingenuos.
Bueno, en mi vida está todo en su ajuste, perfecto, no me he arrepentido de nada hasta ahora, mi mal genio ha hecho perseverar mi rabia hacia las personas que me hicieron daño y la verdad no tengo problemas en asumir de que no les doy las gracias por ser tan como la mierda, no lo siento por ser quien fui para que ellos se comportaran así, y no los amo. Soy más carnal que eso y lo asumo. No puedo luchar eternamente por llegar al ser celestial, no, soy humana, el mundo es una porquería y eso no cambia. Lo único que tiene sentido en la vida para seguirla, de hecho, es el ser feliz. Tenemos esa posibilidad de ser felices a pesar de la miseria que nosotros mismos hemos creado, desde la manipulación cientificista en adelante.
No, no es que todo tiempo pasado fue mejor, es simplemente que los hombres mostramos nuestra estupidez en cada momento histórico desde diferentes puntos de vista. Sólo eso. Sin fe en absoluto.
Pero no mantengamos este escrito tan triste y lleno de rabia, claro que hay momentos de felicidad proporcionados por el exclusivo grupo de personas que dejo acceder a mi corazón, corazón amargado...
Me han tenido que soportar en esta metamorfosis, y lo han hecho bien, me siguen queriendo. Los quiero. Se los agradezco mucho de hecho.
Además de ello, también he cambiado en el aspecto positivo porque al fin dejé de lado las estúpidas leyes morales que la sociedad impone sin siquiera tener un motivo real. Creo que este es el momento donde puedo tirarme a alguien (no importa si es conocido o desconocido) sin tener ese rollo amoroso que es "tan" necesario y presente en la vida de algunas personas.
Ustedes se preguntarán por qué tengo la necesidad de publicar esto acá, pero bueno, eso es parte de la convención de no caer en las convenciones morales, así como he comentado acerca de la sociedad y la educación, puedo comentar sobre esto. Reconozco el sexo como parte importante de mi vida y cool. Eso sí, no me voy a tirar a cualquier idiota, eso se mantiene igual.
A modo de conclusión... no sé realmente donde me vaya a llevar la vida, he tenido muchas experiencias con gente nueva con la que nunca pensé que iba a experimentar, y me agrada, me agrada como todo lo "malo" se vuelve "bueno" y naturalmente agradable. Estoy feliz por eso, y a pesar de que mi intuición esté cada vez más afinada, la vida sigue guardándose cosas para sorprenderme, eso es espectacular.
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