6 ene 2013

2013

Ya han pasado varios días desde que empezó el 2013. Increíble, después de todas las incertidumbres, acá estamos, un día más de vida, un año nuevo. Una ciudad bella con cielos plomos en verano.
Si hay algo que siempre he reflexionado respecto a la vida y a lo que esperamos que ella nos dé es que si queremos hacer cambios tenemos que actuar diferente, no podemos pedir que por obra milagrosa las cosas sociales, psicológicas y sentimentales (si es que psicológicas y sentimentales se dividen en dos) cambien. Sin embargo me he dado cuenta que hay energías que son más fuertes que los cambios que hacen las personas. Yo intenté cambiar alejándome de quienes me hacían daño, o simplemente mandándolos a la mierda para siempre, y mucha gente ha desaparecido definitivamente, pero hay otras... otro, que no lo hace. Y no lector, no culpes a los amigos en común porque a pesar de que ellos ejercen influencia, toda la gente (la importante) que he alejado, tiene amigos en común conmigo y han desaparecido de lo más bien.
¿Qué hacer? No sé, lo que sí sé es lo que no voy a hacer.
Quizás las energías que me siguen uniendo a esas personas, a esa persona, son las energías del 2013, eso de que los años tienen unos poderes es cierto y bueno, no se puede decir de manera firme, qué pasará.
Todos los principios de año tienen incertidumbres, y aunque no me gusten, bueno, son parte de la vida. 
Ojalá que si las energías actúan así, lo hagan sabiamente para no sentir dolores de corazón o algo por el estilo. Eso ya me tiene un poco cansada.
Bueno, este año empezó diferente también y pasaron muchas cosas que al parecer no estaban presupuestadas en mi memoria... pero eso se los cuento otro día. Lo único que puedo decirles es que es la raja estar soltera y poder quedar como se me de la real gana sin tener que darle explicaciones a nadie.

No hay comentarios: