Las mariposas en el rincón

Estaban todas las mariposas revoloteando por todo el lugar. Eran de muchos colores, habían sido teñidas con cierto brillo y cierta intensidad diferente a cualquier intensidad de cualquier ala de cualquier mariposa. Estaban felices dando vueltas por todo el largo y ancho del lugar.

El lugar era clásico, a veces la luz lo inundaba de un blanco como de luna llena, otras veces la luz lo iluminaba tan verde que las mariposas aprovechaban de respirar por sus pequeñas narices toda la vida que había allí, cuando el lugar estaba verde ellas estaban tremendamente felices.

Ellas jugaban muchos juegos que inventaban, no se aburrían, volaban combinando sus colores para que el lugar donde ellas vivían sintiera las cosquillas de cada ala, de cada color que iba rozándoce por sus esquinas, al menos así fue hasta que un día el lugar comenzó a llenarse de otras cosas.

Muchas de esas cosas no molestaban a las mariposas, ellas jugaban alrededor de cada cosa que iba llegando al lugar, tenían formas raras, pero las mariposas se adaptaban; ellas sabían que debían ser buenas maestras de ceremonia.

Iba todo muy bien hasta que un día sin que el lugar se diera cuenta, fueron invadidos por un insectisida que las debilitó mucho, algunas mariposas perdieron la intensidad de los colores de sus alas y otras se rindieron.

Pero ellas estaban preparadas para todo, y aunque tardaron mucho en reencontrarse por que todas las cosas nuevas en el lugar habían creado nuevos rincones donde algunas se habían perdido, lograron hacerlo hasta que dieron el siguiente paso y todas se abrazaron creando una sola mariposa más brillante que ninguna otra. Tal mariposa batió sus alas y renovo el aire contaminado que estaba dentro del lugar.

El lugar se volvió verde denuevo luego de eso. Ellas estaban juntas.