2 jul 2010

Mezcla de colores

Una vez, en una ciudad pequeña, vivía un pintor. El pintor cuando era pequeño había intentado ser algo más útil para la familia, su familia era grande y él tenía muchos hermanos, pero su talento lo perseguía y siempre los pinceles y la paleta de colores llegaban a él. Una vez intentó ser banquero, pero en un momento se dio cuenta de que a esos billetes con números les estaba dibujando figuras de caras y paisajes coloridos. Otra vez que quiso ser constructor de casas terminó jugando en el jardín con la arena e hizo con ella una escultura de una paleta de colores; las algas, estrellas de mar, corales y el mar mismo fueron a posar en los lugares de los colores, ahí el comprendió que su vida era pintar.
El pintor ya de adulto había decidido que usaría para todas sus pinturas todos los colores, pero sólo con algunas combinaciones ya ensayadas. Rosada con Blanco, Anaranjada con Amarillo, Verde claro con Azul claro, Morada con Marrón y Gris con Azul oscuro. Hizo muchos cuadros así, y a todos les gustaban, pero la verdad era que los colores ya después del centésimo cuadro ya estaban queriendo conocer más colores además de su pareja característica... era un poco injusto para ellos, Anaranjada era más o menos parecida al Amarillo, y siempre Amarillo hacía alegorías al respecto, y Anaranjada se sentía aburrida de quedar siempre como la "secundaria" de la dupla. Ella pensaba que sus tonalidades eran mucho más vivas que las amarillas, y hasta pensaba firmemente que aunque el Sol tuviera rayos que siempre se veían amarillos, eran Anaranjados como ella. ¿Se imaginan la revolución que pasaría si un color difundiera tal pensamiento a los otros colores? Quizás Azul oscuro la apoyaría, sabía que éste existía porque cuando el pintor ordenaba su paleta siempre ellos tenían unos segundos para verse y reconocerse, y bueno, Azul tenía que saber algo porque después de todo la noche es azul y el cielo es azul y en el cielo está el Sol, pero tenía que encontrar una manera de que se toparan ambos. Después de mucho pensar en cómo hacerlo, Anaranjada recordó la historia del mar adentrándose en la paleta de colores y decidió inspirar al pintor a pintar cerca del mar para que éste se acercara a mirar la nueva pintura, y así poder mezclarse con el mar, en ese momento les gritaría a todos los colores que se escaparan con ella para saber el secreto de los colores y seguro que Azul aún teniendo ese espíritu conservador que tenía se iba a diluir con ella. Llevó a cabo el plan por partes: primero cuando el pintor la eligió para su siguiente cuadro, se desparramó por todo el lienzo y dibujó una estrella marina. El pintor no hizo mucho caso y pensó que era una coincidencia que la mancha era simplemente eso: una mancha. En otro intento el color decidió dibujar un caracol de esos de mar con todas sus curvitas y bien detallado y ahí ya el pintor se dio cuenta de que ese era un mensaje "colorístico", dijo que si su pulso era capaz de dibujar un caracol de mar con tal detalle sin querer hacerlo, era una señal del destino, y concluyó que tal como el hecho principal que desencadenó su total vida como artista, esta señal lo llevaría al mar nuevamente, donde pintaría su próxima más preciada obra fundamental.
Anaranjada ya tenía todo pensado, aunque el sólo hecho de estar cerca del mar le abría miles de posibilidades, así que a veces dudaba de la importancia del Azul del universo en su vida y pensaba que ella en el mismo mar podría viajar por mucho tiempo, conocer a los peces que llevaban su color mezclado con otros que no fueran el macabro y pretencioso amarillo y hasta quizás encontraría un pez descolorido a quien el pudiera alegrarle la existencia, instalándose en su cuerpo de pez, y brillando como ningún otro color lo haría, ella sabía que ese amor por vivir fuera de esa limitada paleta de colores, nadie podría sentirlo tan profundamente como ella misma. Aunque cuando pensaba en esa posibilidad, que era más fácil que irse en busca de los secretos de su existencia junto a ese Azul profundo, que no sabía como era, pero que Anaranjada presentía que debía ser tan apasionado como ella, bajo esas oscuras tonalidades que lo caracterizaban, por lo que aunque fuera casi imposible descifrar su estancia en éste mundo, esa idea trascendería, y permanecería eternamente en cada generación de Anaranjados o Azules, y en todas las generaciones de los colores, los cuales sabrían que en la mezcla de sus tonos está el secreto del mundo, ellos son parte fundamental de la perspectiva que tenemos las personas, animales, y seres vivos, toda rosa roja se siente enamoradiza o enamoradora más bien, cada árbol con hojas verdes se siente lleno de vitalidad, cada persona al ver el azul cielo y el azul mar, se da cuenta de su pequeñez en el mundo, y todo eso, está caracterizado por colores. Anaranjada concluyó que el pintor también sabía tal importancia, debido al amor por su propio oficio, y quizás el los extrañaría, nadie tiene tanta vida y frescura como Anaranjada, y nadie tiene tanta profundidad como ese Azul, pero se repondría y quizás empezaría a mezclar más colores y se daría cuenta de la enorme gama de colores y ya no podría hacer combinaciones, porque todos están entremezclados de una manera u otra.
Fue un miércoles, el pintor emprendió rumbo para la playa, no estaba tan cerca y por lo mismo no iba seguido, iba contento y con una extraña sensación de que esa tarde sería reveladora más allá de su propia elevación como artista, pensaba que algo sucedería. De igual forma sabía que sus colores tenían un carácter que había sido forjado después de muchos años de imposiciones y que eran algo mañosos, sabía que todos tenían vida y características propias, aunque digamos que la claridad de amarillo tendía a enceguecerlo un poco, y no veía la vanidad que se escondía detrás de tan celestial aparencia, recuerden niños que el amarillo es el color del Sol, y ¿Quién se cuestionaría por el color del Sol?, tenemos que ser realistas en ese sentido. El pintor se sentó en su banquita, que por cierto le había costado mucho llevar y tenía todas las piernas adoloridas por los golpes con las patas de ésta, y dispuso su atril de una forma adecuada e inspiradora, mirando el horizonte donde chocaba con la imagen del margen de la ciudad, pensó en que era increíble el efecto visual que se producía, que parecía que el mar terminaba y de inmediato empezaba la ciudad, olvidaba que al acercarse a tierra el mar iba perdiendo profundidad, todo por la imagen que veía al subir la mirada de su claro lienzo vacío, el cual esperaba ser dibujado con los colores. Anaranjada notó que el mar empezó a agitarse. Empezó a subir. Caracoles de mar se acercaron al pintor, como una audiencia mirando sin respeto el cuadro que aún no estaba terminado, de hecho, eso fue antes de la primera pincelada. Cualquier artista podría haberse molestado por tal falta de respeto, todos sabemos que mirar una obra sin terminar puede arruinar al pintor, pero el pintor conocía las costumbres de las criaturas marítimas, de hecho, para demostrar que gustaba de ellas decidió poner un punto de cada color por encima de sus caparazones, Anaranjada fue una de esas pintas, pensó en que se veía bastante linda pintando tal concha, pero sabía que una vez que terminaran de mirar la obra del autor, se irían, y ahí empezaría su viaje. De igual forma hubo un caracol que fue teñido con el intenso Azul, Anaranjada quedó contenta, ya la mitad de su trabajo estaba hecho, había pensado que iba a costar trabajo escapar de la paleta de colores, pero para nada, e incluso el pintor bajo una evidente obra divina, ¡no la había puesto combinada con el Amarillo! Quizás era porque iba a pintar mucha arena en su cuadro o sabía que necesitaría mucho de tal color, pero por un motivo u otro no estaba y eso alegraba totalmente a Anaranjada, ya su brillo era diferente, hasta el pintor lo notó, en ese momento se dio cuenta del hecho celestial que ocurriría durante su obra.
Anaranjada se las arregló para llevarse bien con el pequeño y blando caracol que se refugiaba en su caparazón, y consiguió ponerse al lado del caracol Azul, cuando llegó, el pintor estaba en medio de la ejecución de su obra de arte, así que estaban todos concentrados en eso, pero empezó a brillar más por su cercanía con Azul, y le susurró: "Yo sé que de alguna forma sabrías que te diría esto, pero vámonos a cambiar la vida de los colores", Azul la miró sorprendido, pero no tanto como ella lo esperaba, y le dijo "vámonos", fue extraño porque ella pensaba que Azul era un poco más retraído y conservador.
Una vez terminado el cuadro que dibujaba la vista del mar juntándose con la tierra, los caracoles fueron hasta el mar y estuvieron mucho tiempo flotando, ya adentrados en él habían pasado dos cosas, la primera era que Anaranjada estaba profundamente enamorada del misterioso Azul, y la otra era que Azul también la amaba. Y lo tercero, que casi se me olvida mencionar es que ya había llegado el momento de desprenderse casi completamente de sus compañeros caracoles, para que los caracoles estuvieran felices, decidieron dar cada uno un poquito de color y mezclarse y dejar las caparazones de sus caballos de guerra teñidas con la mezcla de sus colores, para que ellos fueran diferentes a todos los caracoles y fueran recordados como los compañeros de viaje del hecho monumental que cambiaría la vida de todos los colores. Se fueron tomados de la mano para arriba, a toparse con la superficie brillante del mar mezclado con la luz de la Luna, no sabían muy bien que hacer, pero al llegar al lugar, se integraron a una especie de oración existente, y se dieron cuenta de que tal ritual daba el brillo que vemos todas las noches en el mar a causa de la Luna. Entre danzas y danzas, se abrazaron y se empezaron a disolver camino al cielo... tal noche hubo un eclipse de Sol enfrente de la luna, o todos piensan eso, pero los colores del mundo sabían que esa noche, esa anaranjada y azul noche, era el momento donde las personas admiraban la mezcla de ambos colores, y de la tonalidad que tomaban todos los otros colores, el rojo de la apasionada rosa o el verde del sano árbol, por unos minutos descubrieron que sus tonalidades podrían tomar otro sentido, y un color diferente, integrado, todos los colores en ellos, más allá de su característico.-

Con cariño, para la Peque (:

1 comentario:

Lobita Nocturna dijo...

Aaaaaay que bello!!
Y gracias ^^
Que bonito lo de los caracolitos en el cielo :)
Es como un eclipse ¿no?
Bye!!!