Las noches navideñas son mágicas, eso es sabido por todo el mundo.
Esa noche, si desde lo más profundo de nuestro corazón pedimos un deseo, las hadas de la navidad que viven ocultas dentro de nuestro ombligo despiertan y se van a hacerlo realidad. Esas hadas tienen fama de ser muy estrictas, sólo cumplen tu deseo si es hecho de corazón, si no es así y deseamos cosas en vano; ellas nos muerden el dedo pequeño del pié mientras dormimos, no les gusta que las hagan perder el tiempo.
En esa noche mágica, donde algunos niños duermen y otros niños juegan con sus ansiados regalos, está el momento adecuado para pedir nuestro deseo, pero no es tan fácil, tenemos que cumplir una serie de requerimientos: debemos creer en la justicia, en que la bondad siempre triunfará, en las princesas y en las hadas madrinas, y por sobre todo, debemos creer en que hay amor, debemos sentir amor de alguna forma; esto es lo más difícil porque siempre hay gente que se empeña en destrozar nuestro corazón, y hay veces en que nosotros mismos lo hacemos sin querer.
En esa noche mágica, donde algunos niños duermen y otros niños juegan con sus ansiados regalos, está el momento adecuado para pedir nuestro deseo, pero no es tan fácil, tenemos que cumplir una serie de requerimientos: debemos creer en la justicia, en que la bondad siempre triunfará, en las princesas y en las hadas madrinas, y por sobre todo, debemos creer en que hay amor, debemos sentir amor de alguna forma; esto es lo más difícil porque siempre hay gente que se empeña en destrozar nuestro corazón, y hay veces en que nosotros mismos lo hacemos sin querer.
Si cumplimos con esos requisitos, podemos ir al segundo paso: mirar al cielo a las 24:00 y ver la luz roja pasar. Aunque parezca fácil eso, tampoco lo es si no cumplimos con los primeros requerimientos, de hecho, no se puede ver si no creemos en lo que dije antes.
Como paso final, y este es muy importante; debemos seguirlo al pié de la letra: después de que veamos la luz roja, vamos a quedar sorprendidos porque veremos que todas nuestras creencias son reales, ¡la luz roja o espíritu navideño estuvo ahí! Bueno, en ese momento justo cuando estemos felices de que sí existan las cosas mágicas, debemos pedir el deseo.
Vale decir que ese deseo es algo que no podemos manejar, porque aunque estemos mucho tiempo meditándolo, será algo de tan pocos segundos que saldrá lo que tenemos en el corazón y no lo que ensayamos en nuestra mente, así que lo siento si son adultos y estaban pensando en engañar al espíritu de navidad, ustedes no manejan eso, sale solo. Y recuerden también que las hadas pueden morderles el dedo pequeño del pié, debe ser muy doloroso.
Espero que esta guía les haya sido útil, yo he oído historias de quienes han pedido el deseo, ya se las contaré; pero se les cumple, eso es lo importante por ahora.
2 comentarios:
Hmm, yo solo tengo un deseo este año... Veremos si el mismo milagro que trajo la caravana Coca Cola a mi calle logra que se cumpla.
Saluditos!!
Aunque no veía preparada :D...
La verdad mi deseo es seguir viviendo con la gente magica que me rodea!
te quiero....
Publicar un comentario